OPINIÓN
La erosión institucional de Valsequillo
Reflexión del concejal Víctor Navarro Delgado

La erosión institucional de Valsequillo Hay momentos en los que un municipio deja de avanzar y comienza, de forma silenciosa pero constante, a retroceder. No se trata de una crisis repentina ni de una situación sobrevenida. Es, más bien, el resultado acumulado de una gestión débil y desorganizada.
Valsequillo vive hoy una de esas etapas críticas en las que la falta de gobierno efectivo ha comenzado a degradar los propios cimientos institucionales del Ayuntamiento. La situación que atraviesa este municipio no puede entenderse únicamente como una sucesión de errores puntuales, como sus gobernantes imperan recurrentemente en sus argumentaciones. Lo que está en juego no es solo la eficacia de la administración local, sino su propia solvencia como institución.
Las consecuencias de una gestión inoperante se traducen en una administración desbordada, incapaz de prestar adecuadamente los servicios públicos más básicos. Se acumulan tareas sin resolver, se cronifican los retrasos, se abandonan proyectos estratégicos y se daña gravemente la credibilidad institucional ante la ciudadanía, las empresas y el personal público.
Cuando una administración local no funciona, todo el entorno se resiente. Los servicios pierden regularidad, los procedimientos se convierten en laberintos interminables y la capacidad de respuesta ante las necesidades sociales se reduce a mínimos. La imagen que transmite el Ayuntamiento en este contexto no es la de un gobierno que gestiona dificultades con responsabilidad, sino la de una institución atrapada en su propia desorganización. Una administración sin impulso ni dirección que pierde su utilidad pública y, lo que es peor, deja de ser un referente de orden y confianza para los habitantes de este municipio.
Valsequillo no sufre hoy una simple falta de eficacia, lo que sufre es una profunda descomposición de su capacidad de gestión de gobierno. Y eso tiene efectos directos sobre la vida del municipio. Se ralentizan o paralizan proyectos necesarios. Se pierde competitividad, se desperdician recursos disponibles por no saber gestionarlos a tiempo, se deteriora el estado del espacio público y se degrada la atención a la población. Se presentan públicamente compromisos, inversiones y proyectos que, o bien no llegan a ejecutarse, o lo hacen de forma parcial y tardía. Se alimentan expectativas que luego se frustran en la realidad del día a día. En definitiva, se debilita el papel del Ayuntamiento como actor vertebrador del desarrollo local. No se trata de una cuestión ideológica. Es una cuestión de responsabilidad pública.
Una administración local no puede funcionar sin planificación, sin previsión, sin rigor. No basta con mantener el aparato en marcha. Hace falta que se cumplan los compromisos adquiridos y el respeto por los tiempos y recursos del municipio. Cuando eso no ocurre, la institución se vacía de contenido, pierde autoridad, y lo que queda es un gobierno sin rumbo, sin control y sin legitimidad efectiva.
Lo más preocupante es que este deterioro institucional se está viviendo con una peligrosa normalidad. Observamos con resignación cómo se acumulan los problemas sin solución a la vista. Las expectativas se reducen, el desánimo crece y el funcionamiento del Ayuntamiento se convierte en motivo de frustración constante. Valsequillo necesita recuperar su capacidad institucional.
Volver a ser un Ayuntamiento que resuelve, que coordina, que impulsa. Que planifica con visión de futuro y ejecuta con responsabilidad presente. Es urgente reconstruir la estructura de gestión pública, fortalecer los servicios, estabilizar la administración y garantizar que el municipio vuelva a tener un gobierno útil, eficaz y centrado en su gente. Porque lo que está en juego ya no es solo el presente político de quienes gobiernan, sino el prestigio, la operatividad y el futuro de toda una institución. Y sin una institución sólida, ningún proyecto colectivo tiene posibilidad de prosperar
Víctor Navarro Delgado es concejajal de El Cambio Necesario (PSOE-Valsequillo Plural).
tOÑI DEL BARRANCO | Sábado, 17 de Mayo de 2025 a las 17:08:15 horas
A que esperan los de la oposición, incluyendo a la concejala maestra ? no engañen al pueblo, un grupo en minoría, amenazado por una oposición NO CONSTRUCTIVA, tiene que andar con pié muy firme. La foto es la siguiente, en la oposición hay un puño de COBARDES, nadie se atreve, incluyendote a tí, sueldito en el Cabildo y sin dar un palo al agua, a poner MOCIÓN DE CENSURA, la concejala que abandonó, lo hizo como un acto místico, me voy pero...., NADA, se fué porque consiguió sus garbanzos en una plaza de educación. OPOSICIÓN DE VALSEQUILLO, MENOS CHAU CHAU Y MÁS JACÉ
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