Valsequillo: Un gobierno sin rumbo

Valsequillo sin rumbo: ni interventor, ni secretario, ni presupuesto

Políticamente hablando el municipio de Valsequillo se sostiene sobre dos realidades antagónicas. Por un lado está la que corresponde a una crisis absoluta del ayuntamiento con un remedo de gestión insufrible hundida en un pozo económico difícil de rescatar donde la sostenibilidad es una quimera al alcance solo de utópicos visionarios.

Por otro lado se encuentra la realidad que viven los ciudadanos sumidos en una paralización casi total de los servicios municipales que o no funcionan o lo hacen sin la calidad que nos merecemos. Algo que desde el gobierno local nunca reconocen y se sacan del argumentario todas las mentiras habidas y por haber sin mostrar un ápice de vergüenza, para intentar vendernos que “todo va bien”.

Tampoco se cortan un pelo en desviar la atención y echar la culpa a otros de la lentitud en los procedimientos, en los pagos o en contrataciones cargando el muerto de todo ello a los habilitados nacionales que velan por el cumplimiento de la legalidad, de tal manera que la presión ejercida sobre ellos ha supuesto que en menos de un mes el Ayuntamiento se haya quedado sin interventor ni secretario municipal, justo en medio de una tormenta económica y administrativa.

Uno de los detonantes que han llevado a esta situación fue un informe oficial que revela 1,5 millones de euros en facturas sin pagar a proveedores desde 2020, cuando el alcalde había vendido a través de los medios que las cuentas estaban saneadas y sin deudas.

Añadir a todo esto el agravante que a pesar de las promesas plenarias del alcalde de sacar en tiempo los presupuestos anuales, el incumplimiento es constante de manera que inexistente en 2024, ni señales de llegada en 2025.

Todo esto, mientras el alcalde sigue negando los hechos y desviando responsabilidades sin sonrojarse y la visión de muchos ciudadanos es que nunca se ha visto en este pueblo tamaña ineptitud en un grupo de gobierno, que ante cualquier llamada a la cordura se desmarca con mentiras, culpabiliza e insulta a la oposición o la tacha de bloquear las acciones del grupo de gobierno, sin asumir por cerrilidad que ahora mismo está en minoría y que democráticamente ahora mismo está en una posición privilegiada para proponer y aprobar asuntos en beneficio de la sociedad valsequillera.

La obsolescencia de sus formas de hacer política es ya manifiesta, están agarrados a la poltrona porque de lo contrario perderían el poder y privilegios y obvian que están ahí para llevar las riendas de forma eficaz en beneficio de una mejora del bienestar social que nos merecemos. Pero parece ser que su nivel de incompetencia lo quieren esconder yendo de víctimas, negando las evidencias, tergiversando la verdad, ofreciendo prebendas a sus afines para poder mantener prietas las filas, viviendo una realidad paralela que en nada beneficia a Valsequillo.

Juan Antonio Ojeda Muñoz es vecino de Valsequillo.