Casa Brito: el asador de San Roque que conquista corazones (y paladares)  

En el barrio de San Roque, en Valsequillo, se encuentra uno de esos rincones que enamoran al paladar y al corazón: el Restaurante Casa Brito. Desde que uno cruza la puerta, es imposible no percibir el aroma de la brasa, ese calor acogedor que habla de tradición, de manos expertas y de una cocina que no se improvisa. Casa Brito es mucho más que un asador; es la historia viva de una familia que, generación tras generación, ha hecho de la gastronomía un legado. Los Brito han sabido mantener intacta la esencia de su casa, combinando el sabor auténtico de siempre con un trato cercano que convierte a cada comensal en parte de la familia.

El ambiente es el reflejo de lo que se sirve en la mesa: cálido, honesto y lleno de carácter. Los salones interiores, decorados con la sencillez de quien sabe que el verdadero protagonismo está en la comida, invitan a sentarse sin prisas, a disfrutar de la conversación mientras llegan los primeros entrantes. Una ensalada de berros con tomate y aguacate abre el apetito, fresca y aliñada con ese toque que solo se logra con paciencia y buen gusto. A ella se suman las salchichas “Mano de Hierro” y los chorizos parrilleros, pequeños avisos de que lo que viene después será un festín de fuego y sabor.

La brasa es, sin duda, el alma de Casa Brito. El dominio del punto exacto en cada carne es un arte que aquí se respeta como un ritual. El secreto ibérico, jugoso y tierno, despliega una intensidad de sabor que seduce al primer bocado; el solomillo de ternera llega a la mesa sellado por fuera y rosado por dentro, puro equilibrio. Pollo, conejo, cerdo negro canario o cortes clásicos de ternera completan una oferta que nunca falla. Las papas fritas, hechas como se han hecho siempre, crujientes y doradas, acompañan con humildad pero con orgullo cada plato, como una firma de la casa.

Pero lo que hace que la experiencia sea inolvidable no es solo la comida. Es la manera en que la familia Brito recibe y atiende. Hay un trato humano que se siente genuino, como si uno fuera un invitado especial más que un cliente. El saludo cordial, la recomendación sincera, la sonrisa al servir… todo contribuye a que el tiempo en Casa Brito se convierta en un momento que se quiere repetir. Aquí no hay artificios ni modas pasajeras; hay una coherencia que se mantiene década tras década, fruto de un amor profundo por la cocina y por las personas que la disfrutan.

Visitar Casa Brito es sumergirse en una experiencia donde la gastronomía se mezcla con la memoria y la hospitalidad. Es entender que un restaurante puede ser también un hogar, que detrás de cada plato hay historias, esfuerzo y orgullo familiar. En San Roque, entre las montañas de Valsequillo, este asador sigue encendiendo las brasas cada día con la misma pasión de siempre, conquistando a quienes lo descubren y fidelizando a quienes, desde hace años, saben que aquí, en esta casa, se come de verdad.

Restaurante Casa Brito

Dirección: Calle Lomito, 8, San Roque – Valsequillo (35217)

Teléfono: 928 57 21 58

Horario: jueves a domingo de 13:00 a 17:00 y de 20:00 a 24:00; lunes a miércoles cerrado. 

El horario puede variar en fechas señaladas; conviene llamar antes de ir.

Especialidad: Carnes a la brasa y cocina tradicional canaria.