Desde La Barrera
Lucía firme, bufón al garete
Sosete quiere vender a Melián como mártir redimida de una política cruel, cuando lo que de verdad hace es usarla como parapeto de sus propias frustraciones y rencores

Era de esperar: el bufón sosete ha vuelto a sacar su pluma torcida para vestir de épica lo que no es más que un sainete barato. Con su habitual verbo empalagoso, heredado de su hada madrina, la veleta florentina —esa que ondea al capricho del viento y siempre acaba girando hacia quien le acaricie el ego—, nos intenta vender como epopeya lo que no pasa de sainete local.
Nos habla de maremotos políticos, de mareas del Pino, de dragones de Komodo y hasta de caramelos envenenados, como si Valsequillo fuera escenario de Juego de Tronos y no de la más ramplona política de baratillo. Sosa convierte las cloacas rurales en metáfora poética, cuando en realidad es él quien chapotea feliz en ese lodazal, repartiendo incienso a quien le prometa una silla o un carguito.
El panfleto que firma no es más que un autoelogio mal disimulado, un espejo en el que se mira para convencerse de que todavía tiene vigencia. Habla de dignidad y de integridad, pero ¿qué sabrá él de eso si su brújula moral se la prestó la florentina veleta, siempre presta a señalar dónde calienta mejor el sol del poder?
Nos quiere vender a Lucía como heroína trágica, mártir redimida de una política cruel, cuando lo que de verdad hace es usarla como parapeto de sus propias frustraciones y rencores. Él, que nunca ha arriesgado nada salvo su credibilidad; él, que se disfraza de notario de las miserias ajenas para ocultar las suyas.
Habla de lágrimas desbordadas y de valentía incorruptible, pero detrás de tanta lírica impostada lo único que late es el viejo rencor de quien lleva décadas empeñado en ajustar cuentas personales bajo la excusa del periodismo de opinión. Se le nota el sesgo maligno a la legua, contagio directo de su hada madrina florentina, esa que le enseñó a poner la pluma al servicio de la billetera, no de la verdad.
En el fondo, el bufón sosete sabe que su tiempo pasó. Que ya no asusta ni provoca temor, que su dragón de Komodo no echa más que baba rancia y que sus maremotos no son más que charcos de charanga. Mientras se empeña en elevar a epopeya un simple pleno municipal, él mismo queda retratado: un juglar en decadencia, incapaz de admitir que su papel ya no es el de narrador, sino el de caricatura.
Que siga cantando loas a su hada madrina y que siga regando de chapapote sus metáforas baratas. En Valsequillo ya nos hemos dado cuenta de que detrás de tanto ruido solo queda eso: ruido.
El sosete ya ni asusta ni hace reír. Solo repite el guion que le dicta su hada madrina, la veleta florentina. Entre chapapote y metáforas baratas, se quedó sin voz propia.
Luis Verde, vecino declarado Antibufón.
santi cazorla | Lunes, 01 de Septiembre de 2025 a las 17:27:26 horas
Lo vez HERNANDEZ, el BUZON SOSETE te lo puso todo tan fácil, te enseñó el purgatorio diciéndote que desde ahí al cielo un solo paso y llegas al trono, Con lo fácil que lo tenías y la has jodido, ahora sigue erre que erre y tú sigues ilusionado, EL GALVANETE quiere su protagonismo con más discreción , lo vemos con el móvil por La Barrera, lo que no sabemos si está conectado y de paso mira de reojo a los coches que pasa. Ahora SOSITO quieres defender a capa y espada a LA DAMA ASBATICA DESDE CHIQUITITA. BUZÓN, por favor quiero una foto de tu reunión con el COMISARIO VILLAREJO y el SR, HERNANDEZ, CUANDO ESTUVIERON REUNIDOS EN CONSEJO DE MINISTRO en el BAR GALICIA,
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