Tembrujo toma las riendas del espectáculo más esperado de San Miguel

En Valsequillo ya sopla un aire distinto. Un murmullo recorre sus calles como un presagio: la Suelta del Perro Maldito se aproxima. Este año, la compañía grancanaria Tembrujo ha tomado el timón de la representación más temida y venerada de las fiestas de San Miguel. Y con ellos, la magia del tiempo se convierte en protagonista bajo un título que late como un corazón inquieto: «A Contrarreloj».

El Teatro Cronista Oficial Jacinto Suárez Martel fue el escenario donde se encendió la chispa. Allí, un casting multitudinario reunió a vecinos de todas las edades dispuestos a poner voz y cuerpo a los personajes que, una vez más, revivirán la eterna lucha entre el bien y el mal en la medianoche del 28 de septiembre. Bajo la dirección de la actriz Guacimara Correa, los aspirantes recitaron, gritaron y soñaron frente a un público que también fue jurado.

Porque la Suelta, más que un espectáculo, es un ritual colectivo. Los papeles principales no se deciden en despachos ni en oficinas, sino en asamblea, con votos y aplausos, con la mirada cómplice de un pueblo que se sabe dueño de su propia leyenda. Y así, tras más de dos horas de audiciones y nervios, el veredicto quedó sellado: ya hay Perro Maldito 2025, aunque su identidad permanecerá en la sombra.

El secreto, como manda la tradición, queda encerrado «en los calabozos del infierno», custodiado por quienes saben que revelar antes de tiempo la trama sería tentar a la bestia. Y nadie en Valsequillo quiere escuchar en su ventana los arañazos del Perro Maldito reclamando cuentas por una lengua demasiado ligera.

La XXXIX Suelta del Perro Maldito se anuncia, pues, con un halo de misterio renovado. Tembrujo recoge la antorcha de esta tradición y promete un espectáculo donde el tiempo será enemigo y cómplice, verdugo y esperanza. El resto, como cada año, quedará sellado hasta la medianoche. Esa hora en que el pueblo apaga la respiración y el infierno abre su puerta para que el Perro Maldito recorra las calles.