El PSOE avisa a Víctor Navarro: será expulsado si apoya la moción de censura en Valsequillo

El Partido Socialista en Valsequillo ha decidido dar el paso definitivo y desbloquear la moción de censura contra el alcalde Francisco Atta (Asba) y su gobierno en minoría, formado junto a Coalición Canaria. Sin embargo, el movimiento ha desatado un terremoto interno en el PSOE, que ya ha advertido públicamente de que la iniciativa no cuenta con la autorización ni el respaldo de las direcciones insular ni regional.

Tal y como informó VALSEQUILLOACTUALIDAD, la asamblea local socialista, reunida anoche en sesión extraordinaria, aprobó por unanimidad apoyar la moción junto a Asava, Por Valsequillo y la exedil de Asba, Lucía Melián, lo que sumaría siete votos frente a los seis del actual gobierno. En su comunicado, el PSOE local justifica su decisión como “una medida de responsabilidad política ante el deterioro institucional, la desorganización interna del gobierno y las consecuencias directas sobre los servicios públicos y el desarrollo del municipio”.

“El Ayuntamiento vive una situación insostenible y nuestra obligación es actuar”, sostiene el texto aprobado por la militancia socialista en Valsequillo, que considera que la moción “no responde a intereses partidistas, sino al compromiso con la transparencia, la estabilidad y la ciudadanía”.

Sin embargo, la dirección insular del PSOE ha reaccionado con contundencia. Fuentes de la Ejecutiva confirmaron a Canarias7 que la moción no cuenta con el visto bueno del partido, recordando que “el PSOE no es un partido asambleario, sino de dirección política”. Además, advirtieron de que “ya se comunicó el 23 de septiembre la no autorización de esta moción y las consecuencias de ir en contra de esa decisión”.

El mensaje es claro: si el edil Víctor Navarro, único concejal socialista en el Ayuntamiento —elegido bajo la coalición PSOE-Valsequillo Plural— vota a favor de la moción, se abrirá expediente de expulsión conforme a los estatutos federales del partido.

El pulso entre la agrupación local y la dirección insular deja al PSOE en una situación incómoda: entre la disciplina orgánica y el malestar vecinal por la parálisis del Ayuntamiento. Mientras tanto, el futuro político de Valsequillo y de su alcalde, Francisco Atta, pende de un voto y de una advertencia.