Desde de La Barrera
El sosete: del analfabetismo al análisis, sin pasar por la redacción
El mismo personaje que no sabe poner una tilde, ahora se nos presenta como analista de medios, politólogo de mercadillo y salvador del periodismo local

En Valsequillo no hay semana sin función. El mismo personaje que no sabe poner una tilde, ahora se nos presenta como analista de medios, politólogo de mercadillo y salvador del periodismo local. El bufón sosete ha descubierto que existen las “primicias” y que copiar noticias tiene su ciencia. Milagro de las redes: quien nunca aprendió a escribir, ahora dicta cátedra sobre el oficio.
Con su habitual desparpajo y esa sintaxis que ni el corrector ortográfico soporta, ha decidido declarar que “la prensa de Valsequillo gana nivel”. Claro, nivel subsuelo. Dice que “ya son más los que van a remolque”, cuando el único que rema sin rumbo es él, perdido entre comas y delirios de grandeza. Porque el tipo no informa: interpreta (mal), copia (peor) y publica (tarde).
En su nuevo sermón digital se atreve incluso a hablar de “rigor” y “veracidad”. Y uno no sabe si reír o llorar. El rigor, en su caso, debe ser ese con el que retuerce los datos hasta que encajan en su libreto de fantasías. Lo de “veracidad” es más delicado: si la verdad tuviera patente, ya le habrían embargado por falsificación reiterada.
Dice también que “en Valsequillo ya se respiran otros aires”. Será el olor del papel quemado tras tanto “copiar y pegar”. Asegura que “las noticias se escapan por las rendijas de los cajones de Atta”, cuando lo único que se escapa es su credibilidad. Y mientras se infla el pecho proclamando que “no presume”, su ego le rebosa por los bordes como café de tasca.
Por suerte, el pueblo ya lo tiene calado. Nadie se cree su pose de Robin Hood de la información. Ni su “página referente” ni su “independencia editorial” inventada en un rato libre entre faltas de ortografía. Porque el bufón sosete no es periodista: es un comentarista de pasillo con aires de iluminado, que se cree medio cuando apenas llega a medio chiste.
Y mientras él celebra su “gran popularidad”, en realidad solo confirma lo que todos sabíamos: que en Valsequillo hay mucho ruido, pero poco periodismo.
Luis Verde, vecino declarado antibufón.




Marta | Lunes, 27 de Octubre de 2025 a las 22:28:32 horas
La verdad y realidad del Sosete es muy triste, de pena. Hace unos años, como muchos de su edad, aparecían por el pueblo y eran poco reconocidos por las más jóvenes, no para mí que lo conocía de toda la vida, pero era yo la que intentaba explicar quién era, lo que hacía, lo atractivo que era, lo "echado palante", y el sonreía a los aires con trato forzado de tener amigos y de llamar los atención...y si iba con su pareja se multiplicaba por dos. Y ahora se ha convertido en un auténtico hazmerreír en el risas de todos los corrillos y en un inepto propio de los apestados de los grupos, el metuso, el infantil, el recadero, el enterado, el que levanta la mano y no hacen caso, al que va en la guagua y nadie se quiere sentar a su lado. BUFON, has caído muy bajo, te has convertido en una chimpancé vestido de gitana al que los alemanes gustaban fotografiarse en el Metro. De pena como el rencor acaba con las personas. No me alegro pero si es cierto que desde muy joven esperaba esta evidencia que era cuestión de tiempo.
Accede para responder