Site stats

Viernes, 07 de Noviembre de 2025

Actualizada Viernes, 07 de Noviembre de 2025 a las 08:08:01 horas

El tiempo - Tutiempo.net
Jueves, 06 de Noviembre de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Jueves, 06 de Noviembre de 2025 a las 08:46:43 horas
Desde La Barrera

El politólogo de barra y su obsesión con hacer leña del árbol caído

Los nuevos gobernantes de Valsequillo harían bien en mantener la distancia prudente con estos personajes de feria

LUIS VERDE

Lo de algunos opinadores locales de Valsequillo daría para una tesis —o para una tragicomedia— sobre el arte de hablar sin saber y escribir sin haber olido nunca el rigor. El autoproclamado analista, bufón de sus propias redes y politólogo del tres al cuarto, vuelve a sus andadas: revolviendo en la basura del árbol caído, convencido de que el ruido sustituye a los hechos y la grandilocuencia a la verdad.

 

Con su habitual talento para el ridículo, se lanzó a celebrar lo que creía una exclusiva que ya era historia. La noticia había sido adelantada —con más de media hora de margen y fuentes contrastadas— por quien hace periodismo de verdad. Pero claro, cuando uno confunde el teclado con el púlpito y el ego con la información, pasa lo que pasa: se engulle la noticia como un becario con prisa y se presenta como visionario cuando apenas llega a cronista tardío.

 

Hay quien presume de haber “descubierto el milagro” mientras repite lo que otros contaron antes, sin pudor, sin contraste y sin sentido del ridículo. Y todavía tiene el descaro de dictar sentencias políticas, de repartir carnés de honradez, de lanzar flores a unos y piedras a otros según sople el viento del poder o de la venganza.

 

Lo peor no es la falta de rigor —que ya se da por perdida— sino la necesidad constante de protagonismo, esa ansiedad por colgarse medallas de cartón en medio del desierto del criterio. No hay análisis, hay terapia; no hay periodismo, hay desahogo. Y en ese lodazal de egos, las verdades se pierden entre las mayúsculas y las exclamaciones, mientras el personaje se hincha como un globo lleno de aire ajeno.

 

Los nuevos gobernantes de Valsequillo harían bien en mantener la distancia prudente con estos personajes de feria. Son los mismos que hoy aplauden con las dos manos lo que mañana apuñalarán con el dedo índice. Expertos en arrimarse al sol que más calienta, en vestir de civismo lo que no pasa de oportunismo, en predicar moral con las manos metidas en el bolsillo de la manipulación.

 

El bufón sosete se cree politólogo, pero no pasa de opinador de sobremesa. Y cada vez que abre la boca, el oficio del periodismo llora un poco más. Porque hacer leña del árbol caído no es valentía: es cobardía con micrófono y teclado.

 

Luis Verde, vecino declarado antibufón.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.173

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.