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Desde La Barrera

El cabreo monumental del Bufón Sosete por no estar en los premios 'Somos Valsequillo'

LUIS VERDE

LUIS VERDE

En Valsequillo se habla estos días de muchas cosas: de la Primera Edición de los Premios “Somos Valsequillo”, del talento local, de la emoción de las familias… pero, sobre todo, se habla de él.


El único, el incomparable, el inimitable. El Bufón Sosete.

 

Y es que Sosete está amulado, indignado, ofendido y en modo “refunfuño premium”, desde que descubrió —para su asombro y tragedia personal— que los cachorros de Asamblea Valsequillera no lo tuvieron en cuenta para la lista de reconocidos. Un desaire histórico, una afrenta municipal, una puñalada al ego del personaje más autoproclamado imprescindible del municipio.

 

Según cuentan testigos indirectos con alto nivel de imaginación, Sosete lleva varios días caminando por las esquinas del pueblo murmurando para sí mismo frases como:
“Después de todo lo que yo he hecho por Valsequillo…”
“Si yo soy patrimonio cultural, sentimental y emocional del municipio…”
“Si no fuera por mí, ¿qué quedaría aquí? ¡Nada!”

 

Lo cierto es que mientras la Asociación Somos +Jóvenes recuerda con entusiasmo la gala de los reconocimientos —pediatras queridas, sepultureros ejemplares, pastores que mantienen vivas tradiciones, mujeres que sostienen barrios, deportistas que dan orgullo y colectivos que alimentan la identidad local— el Bufón Sosete parece haber quedado en una categoría distinta: Premio al Cabreo Permanente, que lamentablemente no existe… todavía.

 

Se cuenta que, al conocer el listado oficial, Sosete habría exclamado (según versiones no autorizadas):
“¡Esto es persecución política! ¡Esto es censura artística! ¡Esto es… esto es… una falta de respeto a mi figura pública, pueblerina y bufonesca!”

 

Mientras tanto, el resto del municipio sigue comentando el éxito de la gala del sábado, ajenos al drama existencial del bufón.


Porque, aunque Valsequillo premiará a quienes han dejado huella real en la comunidad, Sosete insiste en que la mayor injusticia del año es que su nombre no brille en el Teatro Cronista Oficial Jacinto Suárez Martel.

Dicen que aún no lo supera.
Dicen que aún gruñe.
Dicen que aún pregunta: — “¿Y mi premio?”

Dicen también —en voz bajita— que quizá lo tenga el próximo año. Pero solo si inventan la categoría adecuada:
Premio al Mejor Refunfuñador del Municipio.

 

Y ahí, sin duda, Sosete no tendría rival.

 

Luis Verde, vecino declarado antibufón.

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